Vitaminas y Suplementos Esenciales para Personas con Hashimoto

Recuerdo el día en que recibí mi diagnóstico de Hashimoto como si hubiera sido ayer. Después de años de sentirme agotada sin razón aparente, luchando contra la niebla mental y viendo cómo mi peso fluctuaba sin explicación, finalmente tenía una respuesta. Pero esa sensación de alivio se desvaneció rápidamente. A pesar de seguir el tratamiento médico convencional, aún sentía que mi cuerpo no me pertenecía.  

Empecé a investigar por mi cuenta, queriendo encontrar algo más allá de los medicamentos que me devolviera la energía y claridad mental que tanto extrañaba. Fue entonces cuando descubrí la importancia de ciertos suplementos y vitaminas esenciales para apoyar la función tiroidea y manejar los síntomas del Hashimoto. Quiero compartir lo que aprendí en mi camino porque sé lo frustrante que es sentirse mal y no encontrar respuestas claras. Si estás en ese punto, no estás sola, y aquí quiero darte algunas herramientas que pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar.  

Las Vitaminas y Suplementos Clave para Apoyar el Hashimoto

A continuación, te explico los suplementos que más me ayudaron y por qué podrían ser esenciales para ti:  

El selenio es un mineral fundamental para convertir la hormona tiroidea T4 (inactiva) en T3 (activa), lo que permite que tu cuerpo la utilice. Además, tiene propiedades antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación en la glándula tiroides.  

Dosis recomendada: 200 mcg al día.  

Las personas con Hashimoto suelen tener niveles bajos de vitamina D, y esto puede empeorar los síntomas autoinmunes. La vitamina D es esencial para modular el sistema inmune y reducir la inflamación.  

Dosis recomendada: Consulta a tu médico para determinar tus niveles, pero entre 2,000-5,000 UI al día es comúnmente sugerido.  

Te recomiendo un suplemento que combine la vitamina D3 con K2 

 

El magnesio es clave para reducir el estrés, mejorar el sueño y apoyar la función muscular y nerviosa. Muchas personas con Hashimoto presentan deficiencias de este mineral, lo que agrava la sensación de cansancio.  

Dosis recomendada:** 200-400 mg al día, preferiblemente en forma de glicinato o citrato de magnesio.  

 

Si sufres de estreñimiento, te recomiendo el citrato de magnesio 

 

El zinc también juega un papel importante en la conversión de T4 a T3 y ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.  

Dosis recomendada: 30 mg al día.  

Los ácidos grasos omega-3 tienen un poderoso efecto antiinflamatorio, lo cual es crucial para cualquier enfermedad autoinmune como el Hashimoto.  

Dosis recomendada:** 1,000-2,000 mg al día de EPA y DHA.  

Las vitaminas del grupo B, especialmente la B12, son esenciales para la producción de energía y el buen funcionamiento del sistema nervioso. Muchas personas con Hashimoto presentan deficiencia de B12.  

Dosis recomendada: 500-1,000 mcg al día de B12 en forma de metilcobalamina.  

Aunque los suplementos pueden ser un gran aliado, es importante recordar que cada cuerpo es diferente. Lo que funciona para algunos puede que necesite ajustes en otras personas. Por eso, siempre es recomendable trabajar junto con un médico o profesional de salud para personalizar tu protocolo según tus necesidades específicas.  

El camino con Hashimoto puede sentirse abrumador, pero pequeñas acciones sostenidas pueden marcar la diferencia. En mi caso, añadir estos suplementos junto con una alimentación equilibrada y el manejo del estrés fue clave para recuperar mi salud. No fue un proceso inmediato, pero cada paso me acercó más a volver a sentirme yo misma.  

Si tú también te sientes frustrada y agotada, quiero que sepas que no estás sola y que hay esperanza. La combinación de nutrición funcional, hábitos saludables y suplementos adecuados puede brindarte el bienestar que tanto buscas.